En Piura, miles de niños, niñas y adolescentes enfrentan la vulneración constante de sus derechos debido a causas estructurales en los entornos institucional, educativo, comunitario y familiar.
Las instituciones muestran bajo reconocimiento de la niñez como sujeto de derechos, escasa inversión pública, asistencialismo y políticas ineficaces frente al trabajo infantil y la exclusión social.
El sistema educativo refleja competencia e individualismo, discriminación, programas inadecuados y escaso acompañamiento a los estudiantes, lo que contribuye a la deserción escolar.
En la comunidad, persisten débil tejido social, discriminación, poca participación y bajo reconocimiento a las organizaciones locales.
En las familias, influyen patrones culturales patriarcales, prioridad del trabajo sobre la educación, economías de subsistencia y falta de espacios de convivencia, factores que fomentan el trabajo infantil, la violencia y la pérdida de oportunidades para el desarrollo integral.
